Tuesday, December 04, 2012

Asi es.

"Wow"

Ese es el primer recuerdo que tengo de mi abuelo Armando. 

Cuando era chiquita quería ser veterinaria. Me gustaban mucho los animales. Siempre que podía llegaba a casa con alguno que me encontrara en el camino. Un pajarito, una paloma enferma, un pollito, un perro, caracoles en un frasco que rescataba del patio de mi abuela Maria para que no los bañe con sal...y me traía algunas hojas para alimentarlos también..."esos caracoles me comen todo el jardín" 

He estado buscando en mi mente el primer recuerdo, urgando en pasillos empolvados. Finalmente lo encontré. 

Suenan los tangos en la radio, que cuelga en una columna dentro del taller. El olor a acerrín, a telas, a madera que espera por su transformación.Hay un calendario y una foto del papa Juan Pablo II. Al lado un retrato blanco y negro de un guapo joven. Arrabalero. Orgulloso. 

Los perros ladran y El silva, un chiflido mágico y encantador, poderoso.

Como resortes los perros bailan. Saltan. Giran. Como una flauta mágica ellos obedecen.

WOW.

Mi abuelo sale y ellos lo siguen. Solo los mira y obedecen. Lo escuchan. Lo entienden! WOW! 

Mi abuelo se comunica con los perros! Cuando sea grande quiero ser como mi abuelo, pensé. 

Aparecen fuerte otros recuerdos. Aparecen otras personas en esos recuerdos. Aparecen y se van. 
Porque todos se han ido o se irán.

Y...asi es la vida.... pues yo diría que así es la muerte. Aparece y se van. Nunca sola. Se Van. Llevándose la vida.
Porque la vida es ese olor a aserrín. La vida es la música que suena en el taller. La Vida es el tango amargo que cantamos y el sabor dulce del vino tinto.  La vida es un camblache. 

"...que siempre fue y será una porquería ya lo se...."