Wednesday, November 23, 2016

El exorcismo

Cada letra cae. Aparece rebotando en un teclado que no sabe a dónde va. El día está gris y pudiera ser que sea el día correcto para dejarlo ir.
Hace tiempo que ella lo siente dentro. Presente como una sombra en verano, sensible a cada click que lo activa.
Ay dolor! Si tan solo pudiera anestesiarte eternamente...
Entonces salen palabras que ya no quiere pensar. Ella sabe que solo debe dejarlas salir para lograr aquello que siente es lo mejor. Pero la duda... terrible angustia que se manifiesta y hace cerrar los ojos para  no ver... o quizás para no dejar salir esas lágrimas que asoman.
Ay dolor! Si fuera el momento de sentirte realmente parte de ella..
Aceptar es la nueva manifestación interna... pero qué? qué es aquello que debe aceptar? Acaso ya no acepta todo? Ella sabe que el fin existe y que también hubo un comienzo... hace tanto ya... y tantos puntos y aparte.
Ay dolor! Sale ya y deja ese cuerpo vacío...
Porque en cada lugar que fue tomando se apropió de un pedazo de vida, y qué sucede cuando no está? O será quizás que la vida se transformó en muerte y entonces sí aquello creció para cubrir ese espacio sin nada y no perder el equilibrio, o la cabeza?
Ay dolor! córtenle la cabeza!
En un mundo donde todos estamos locos y cada quien es cada cual, cuál es el verdadero sentido de doler? Si en realidad es tan simple como seguir y entender que puede salir y entrar como quiera porque es su vida.
Entonces se da cuenta que se acerca el punto... y que nunca es tarde para saber que siempre hay algo que arreglar... y es todo tan perfecto que ya puede seguir sin pensamientos como una noche de abril, sin luna.

Wednesday, November 16, 2016

La luna y la flor

¿Cuánto duele morir?

Me pregunto si la muerte es realmente ese instante de movimiento vacío... el momento en que todo se apaga y el fin. O será quizás que la muerte es mucho antes? Será que es la vida en sí misma?

Una misma razón.

Había una vez una flor, en principio era más bien una planta, verde, creciendo entre tantas otras.  Ella era amiga de la luna. Siempre estuvieron juntas, desde antes de saber que no eran una.
Un día la planta floreció, primero un capullo, luego un pimpollo, luego la flor... Cada noche conversaban, la luna estaba y no estaba... hasta que un día la luna no le respondió más... es que esa flor insistía en hablar desde ahí abajo... como si no pudiese crecer más. La luna sabía que la planta tenía poderes, si ella quería, podría crecer y llegar hasta ella para abrazarla... pero solo crece para mostrar su flor.
Con gran tristeza la flor (ya no era planta, el tiempo pasa y la vida nos transforma) intentaba llegar a la luna. Estiraba sus hojas y puuum... otro capullo... y la luna se escondía otra vez... y le mostraba que nuevamente solo le importaba florecer... "si tan solo me quisieras de verdad, ya estarías aquí conmigo...como las estrellas y hasta los hombres que han llegado a tocarme"
Una tarde, mientras caía el sol, la flor notó como sus pétalos comenzaron a caer... sabía que esa era una noche sin luna. Mientras se marchitaba recordó que una vez....hace mucho tiempo... se abrazó con la luna... su luz había justo tocado sus hojas y esa noche ambas sintieron que estaban juntas para siempre. Siempre. Incluso cuando en ese siempre se separen, habían logrado el infinito.
La luna nunca más vio a la flor.

Chau. Cualquier cosa hablamos.