Habia una vez, un principe que debia cuidar el reino de sus padres por unas semanas ya que los mismos viajaban a Cuba a realizar un tratamiento. Pero el principe no queria dejar sola su tierra (de 2 x 2 en pleno Villa Crespo) asi que le pidio a una doncella si se la podia cuidar. La doncella amaba secretamente al principe y acepto sin dudarlo. Que gran oportunidad! Podria vivir en las tierras del principe, lo que le permitiria "urgar" en su privacidad, conocerlo mas, enamorarlo y ademas le quedaba muy cerca de la escuela de arte a la que acudia diariamente.
Los padres del principe regresaron y el volvio a su tierra, pero la encontro muy bien cuidada por la doncella y sintio dentro suyo que la tierra era mas divertida si la compartia, por lo que decidio invitar a la doncella a quedarse por unos dias mas.
Y asi es como su mama nunca mas se fue de al lado de papá. Me invito por unos dias y me quede para siempre, eso si, nunca comimos perdices, por ahora...
Y fueron felices para siempre...y colorin colorado, este cuento no ha terminado...
(Cap 2, nacio Kiara!!!!)
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